Quizás hoy no tardes 1 minuto en leer el artículo, quizás tardes 5 minutos, pero te prometo que merece la pena. Tengo claro que este es uno de los artículos más personales y con el que os podréis sentir más identificados conmigo
Como bien dice el título, invertir me cambió la vida. Esto puede sonar muy a tópico o frase publicitaria, pero NO. Realmente me la cambió, me imagino que a muchos de vosotros también y cuando digo que me cambió, no me refiero al tema económico. Me refiero al tema espiritual, forma de vivir, de ver las cosas y de mirar la vida. Mi vida fue como el puente que habéis visto arriba, un camino hacia el otro lado, a un lado del que jamás creo que podre volver.
Durante este miniartículo intentaré explicar cómo cambió mi vida y seguramente o te sientas identificado o bien te den muchísimas ganas de empezar a invertir.
Este artículo no va sobre invertir en inmuebles, en bolsa o en cripto. Cambiarte la vida va más allá. Sinceramente creo que si conoces este mundo, comienzas a invertir y a los pocos meses o años no te ha cambiado la vida, no pondría la mano en el fuego, pero no creo que sigas invirtiendo dentro de 10 años.
Para no irme del tema, era mediados de 2020 cuando mi amigo y compañero de canal, Velasco me empezó a hablar sobre el tema bolsa y acciones. Yo lo veía un poco raro y rehuía un poco del tema. Fueron pasando los meses y yo que sólo llevaba trabajando profesionalmente en el ámbito sanitario 1 año veía cómo compañeros (médicos, enfermeros y demás) estaban muy quemados con su trabajo y odiaban su día a día. Durante un tiempo veía a compis quejarse de tener pocas vacaciones, les parecía poco ir dos veces al año al otro lado del mundo o no soportaban ni trabajar 35h semanales. Yo con el runrún en el oído empiezo a ver que si no hago algo distinto, en 20 años seré ese tipo de personas de las que estoy rodeado. Fue así como decidí comprar mi primera acción con el bróker Revolut, lo hice desde el coche saliendo de Madrid dirección Bilbao, me acuerdo perfectamente. No sé si tú te acuerdas, déjalo en comentarios si fue en algún sitio curios. Por cierto, esa primera acción fue SnapChat de la que salí bien parado a los meses. La segunda empresa que compré fue Nio de la cual tengo una gran historia que si os interesa algún día os puedo contar en directo o por aquí.
El caso es que ya os lo imagináis, por aquel entonces no tenía ni idea de un balance, ni BPA ni hostias. Invertía de oídas y por gráficos que con un “pelín” de conocimiento yo pensaba que dominaba la materia. Por suerte o por desgracia, en 2020 ganaba dinero hasta el apuntador. Pero no sería hasta 2021 cuando realmente eso de invertir caló en mí y me picaba el gusanillo por llevarlo a otro nivel. Al principio era por “ganar dinero”, pero conforme pasaba el tiempo lo cierto es que ese conocimiento que adquieres para valorar si compras o no una empresa lo utilizaba en mi día a día. Ejemplos tengo miles, por ejemplo, hacer una valoración de una compañía, saber contabilidad, saber datos de Zara, saber que Sephora pertenece al grupo de Louis Vuitton o estar informado de noticias relevantes antes de tiempo.
Todo esto está muy bien, pero creo que hay un matiz más y creo que es el más importante. Cuando vas adquiriendo conocimiento, este conocimiento te da poder, poder de decisión, libertad, autocrítica, crítica con conocimiento y miles de características más. No sé vosotros, pero yo desde que cambié el chip no veo las noticias, me cuestiono todo desde un punto de vista más holístico y me centro en mis decisiones y no en las decisiones del gobierno u otro organismo.
No soy el único, he tenido la oportunidad de hablar con gente que invierte en quedadas y congresos y es una locura lo que hace la educación financiera. Desde fuera piensas que ser más culto financieramente es saber contabilidad o saber invertir, pero creo que esto representa el menor porcentaje. Donde realmente he notado la diferencia es en mi día a día, reflexiono sobre todo, me cuesta entender a la gente que quiere trabajar por un sueldo o que no tiene metas, por no hablar de la gente que vive por encima de sus posibilidades. Aunque bueno, no es el tema del artículo así que lo dejaré ahí.
Me considero un auténtico afortunado de corazón, conocí esto de la inversión hace 4 años, con 23, y cada vez que lo recuerdo pienso que llegué 23 años tarde… cosas de la vida.
En resumen, no quiero extenderme mucho más, veo mi antiguo “yo” y el de ahora y flipo. Nunca hubiese pensado lo que en 4 años uno puede aprender. Con estas cosas me doy cuenta de que somos cortoplacistas, estamos rodeados de gente que quiere dinero rápido y objetivos rápidos. A corto plazo puedes tener suerte y funcionar, pero ni mucho menos es sostenible en el largo plazo. Realmente cuando empezamos en este mundo no nos planteamos que es para toda la vida, porque si realmente te pica esa serpiente con su “veneno” es imposible que salgas de este mundo maravilloso. De este artículo destacaría que quizás entras a las inversiones por especular o ganar dinero fácil y te quedas por el aprendizaje continuo, retos y gente maravillosa que está dentro de este mundillo.
No sé qué edad tienes, pero si lees esto por primera vez, como bien decía nuestro referente Gregorio en unas charlas en Valencia “peor no se puede hacer”. No invertir es fácilmente superable a nivel de avanzar, progresar o mejorar personal y económicamente. Tómatelo así, nunca es tarde, pero AHORA es el momento perfecto para empezar.
Espero que te haya gustado, que no estás solo, que no sólo sabes de finanzas, sino que sabes de la vida, que eres otra PERSONA.
Cualquier duda o sugerencia, podéis dejar el comentario o por Twitter o enviarnos un correo electrónico.
Un saludo familia, nos vemos como siempre por YouTube cada miércoles y cada domingo.
Darío, que te voy a decir, nos separan muchos kilómetros pero tenemos tanto en común......
Buena reflexión, y me siento muy muy identificada en muchas cosas. Aparte de que yo también empecé en 2020 (aunque esto, supongo que sea casualidad porque ninguno de los dos seguramente dejó de trabajar en la pandemia, y ese, no fue mi punto de inflexión tampoco). Empecé en 2020, pero tiempo después, quizás también en 2021, lo que me hizo plantearme realmente que esto ERA VITAL era el no convertirme esclava de un trabajo por cuenta ajena, no estar amargada y no ser esos compañeros que comentas (me siento muy identificada, insisto), y no tener que depender de un empleador para tener dinero, básicamente para vivir.
Sin duda, la progresión que yo he tenido en estos últimos tres años (personalmente hablando) ha sido brutal en todos los ámbitos y lo he notado muchísimo. Entiendo lo que dices que no solo cambias en el sentido económico, sino que toda tu persona, en cómo te relacionas con los demás, cómo ves absolutamente todo... cambia todo, la verdad.
Me ha gustado este mini post personal, seguro que alguien más se siente identificado :)